miércoles, 12 de diciembre de 2012


                        Este libro nos ofrece temas muy interesantes sobre los que reflexionar como es la escala de los niños, uso distinto al pensado, aprovechar la pared habitándola que nos sugiere espacios intermedios, modos de usos de una casa, el tormento provocado por no saber los modos de usos de una casa. Sin lugar a dudas, a mí el tema que más me ha llamado la atención ha sido el relacionado con los niños. Repensar la arquitectura en los niños, viéndola desde su punto de perspectiva, ofreciéndonos otra escala. Así, como sus pequeñas construcciones que constituyen su refugio. Quiénes cambian el arte de habitar.

¿ Qué niño no ha soñado con una cabaña? Todos hemos querido tener una, donde aislarte de todo, evadirte  y trasladarte a tu rincón. ¿ Qué niño no ha construido su propia cabaña? No sería como la primera, sino una realizada con palés, sabanas y sillas, o bien como vemos en la segunda foto realizada con cartón. 



                        Por otro lado, nos encontramos con la problemática de los arquitectos, ¿deben los arquitectos ajustarse a sus clientes o deben estos ajustarse al proyecto de este? Bien, considero que es el arquitecto el que debe adaptarse a las condiciones impuestas por el cliente sin perder su estilo, puesto que una de las principales premisas antes de hacer un proyecto es el bienestar, disfrute de los seres humanos. Por ello, nunca debe olvidarse esto, ya que ya se han dado casos de realizar una casa y que los integrantes de la casa después de haber finalizado la obra, lo han modificado todo acorde a sus expectativas.

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