A finales de diciembre del año pasado volvía de un viaje en autobús. Me senté junto a un señor y empezamos a hablar. Él había nacido ciego y se dirigía a Sevilla para ayudar a su familia a preparar la cena de navidad. Le encantaba la cocina, algo que a pesar de ser inmediato ahora, yo no me había percatado hasta la realización de este ejercicio. Hablamos bastante, pero sin duda la frase que más me impactó fue la respuesta a una de mis preguntas, en la que dijo: "Hay mucha gente que no sabe usar la vista, en muchas ocasiones veo más de lo que ven los demás".
Es algo parecido a lo que nos quería transmitir Juhani Pallasmaa, y es que la mayoría de la gente tiene como principal sentido la vista, pero no es la opinión del autor.
Él opina que el tacto es el padre de los demás sentidos, siendo los demás secundarios y derivados del primero. Porque al igual que con el tacto se siente, con el olfato o el oído también se puede sentir. Y así es su arquitectura, basada en todos los sentidos, algo complicado, porque recoger todas las sensaciones en un solo lugar puede llegar a ser un gran reto.
Como ejemplo he elegido este vídeo del Jewish Museum de Berlín que se podía definir como: no hacen falta palabras.
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