La exposición de este libro me llevó a imaginar la ciudad como una red de espacios a los que se puede acceder de miles de formas, cada persona puede hacerlo de una forma personal, siendo intencionada o no la llegada a él. La ciudad es un mundo por conocer, por tanto cada ciudad puede tener un mapa diferente, según la persona que la descubra.
Cuando el año pasado hicimos una deriva por el centro de Sevilla cada grupo se guió por unos puntos de referencia, por diferentes pautas y por diferentes recorridos y de ahí salieron diferentes tejidos de una misma ciudad. Es muy interesante caminar al azar por una ciudad que conoces pero donde descubres cosas que nunca habías tenido en cuenta.
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