jueves, 22 de noviembre de 2012

Reflexión "Los ojos de la piel".

La experiencia de leer “Los ojos de la piel” me deja la capacidad de mirar más allá, de tocar, oír, ver, oler y quizás saborear la arquitectura. Creo que Pallasmaa me ha mostrado otra forma de entender lo que vemos. Solamente leyendo vas imaginando todo lo que dice y te das cuenta de que en realidad puedes sentir más de lo que lo haces normalmente. Y es que podemos aplicar esto a cualquier ámbito, por ejemplo tocando a una persona te transmite más sensaciones que viéndola, las texturas nos dicen más que las imágenes.


Por último me quedo con que los arquitectos deben trabajar sobre sí mismos para poder proyectarse en los espacios y analizar sus movimientos.

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